Cómo gastar inteligentemente: Conviértete en un comprador con talento

Presupuestos, Ahorros y Manejo del Dinero
By Becca Allison

Es posible que gastar sea uno de nuestros mayores placeres. A continuación, lee y aprende cómo comprar de modo inteligente siguiendo sencillos consejos.

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Siempre contamos con un talento: algunos podrán ser atléticos, otros cantar como el mejor, y quizá algunos otros cocinar pollo y arroz para que la abuela llore lágrimas de alegría. Pero, ¿hay alguien por ahí que pueda decir que su mayor talento es gastar dinero?

No, no nos referimos a compras que te hacen gastar tu dinero todos los días en cosas que no necesitas y, francamente, para las que no tienes dinero, nos referimos a las compras inteligentes en las que usas el dinero de la manera correcta.

Contrariamente a lo que se pueda pensar, no tienes que ser el rey de los cupones para ser un comprador inteligente. Todo se reduce a saber cómo gastar la cantidad correcta, en las cosas correctas, en el momento correcto. Eso es lo difícil. No existe una fórmula exacta para esto, así que, si buscas un manual de instrucciones, paso a paso, que diga exactamente cuándo comprar qué, jamás será encontrado.

Sin embargo, este artículo puede ayudarte a analizar tu estilo de vida, pues te ofrece algunos consejos y pautas generales sobre cómo mejorarlo.

Controla el precio

Si estás por comprar algo, comienza revisando precios en Google, Bing, MSN, o cualquier buscador de internet. Los consumidores inteligentes siempre están al tanto de los precios de lo que van a comprar, sea la compra grande o pequeña. Si estás haciendo una lista de compras, considera buscar qué tienda tiene todo lo que necesitas por menos dinero. Si estás ahorrando para algún aparato electrónico, o algún artículo que se venda en varios lugares, ¿has revisado ya qué tienda tendrá el mejor precio?

Toma en cuenta que los precios de muchos artículos pueden fluctuar durante todo el año, o incluso durante toda la semana. Este es el caso de ciertos artículos de supermercado, en donde a veces hay ofertas del día. De preferencia, identifica las tiendas que tienen las mejores ofertas, y el calendario de ofertas especiales.

En el caso de otro tipo de artículos, familiarízate con las temporadas de venta especial (tales como las ventas de fin de temporada), o en el caso de los automóviles, meses de ofertas especiales (como el mes de las camionetas), el mes de descuento de empleado, y similares. Esto es especialmente útil cuando estás planeando una compra a largo plazo.

No más compras impulsivas

Este es el talón de Aquiles de muchos compradores, ¡y por una buena razón!, ¡somos humanos!, por lo que es fácil ceder a la tentación, especialmente cuando las redes sociales nos muestran todo lo que otros tienen y nosotros no, y todas las cosas en las que podemos gastar nuestro dinero. Las redes sociales se han convertido en un gran mall y funcionan como un anuncio que nunca se termina.

La tecnología ahora adapta los anuncios a tus intereses, sabiendo exactamente qué producto te debe mostrar. Así es difícil que escapes a la tentación. El objetivo de este gran aparato de publicidad llamado social media es que des el clic y hagas la compra en ese mismo momento.

Algunas compras impulsivas son inofensivas, pero otras son simplemente innecesarias, caras y de bajo rendimiento (en tiempo y uso). Puede ser difícil saber cuándo poner un alto, entonces, ¿qué debes hacer?

Una forma de mantenerte seguro y evitar caer en el agujero negro del materialismo inútil, es determinar en función de tu presupuesto (lee Los 4 pasos sencillos para presupuestar) cuánto dinero puedes gastar cada mes en compras innecesarias. Esto te permite hacer algunas compras impulsivas sin perjudicar por completo tu futuro financiero.

Salte del “grupo”

Sí, es posible que sea hora de “salirte del grupo” o terminar la relación de “seguidor” con tu marca favorita, que siempre te está vendiendo algo.

No tienes que terminar todas tus relaciones en social media inmediatamente, pero podría ser momento de dejar de ser "Fan Facebook-oficial" o "Seguidor de Instagram" de aquellas cuentas que sólo te hacen gastar, o te crean un complejo de que tienes que comprar más cosas. Olvidar esos sitios, aplicaciones o personas tentadoras por un periodo te puede ayudar a no derrochar innecesariamente. Tal vez ya tengas inmunidad a los constantes mensajes de "compre ahora" y no te sientes afectado por toda la publicidad subliminal en los medios sociales. En ese caso llevas una gran parte de la batalla ganada. Revisa constantemente tu presupuesto y hazte la pregunta: “¿Realmente necesito esto?", antes de que compres algo impulsivamente.

Misión imposible

Te invitamos a cumplir un reto: ¿Te encanta comprar ropa?, ¿zapatos?, ¿bolsas?, ¿relojes? Entonces te retamos a ir al centro comercial y probarte toda la ropa, zapatos o relojes que tu corazón desee. Pero aquí está el reto: ¡No puedes comprar nada por dos semanas! Si pasan esas dos semanas y todavía no puedes dejar de soñar con lo bien que se te ven esos pantalones vaqueros, ¡entonces cómpralos! Pero no olvides hacer la tarea y revisa si puedes encontrar una buena oferta o si está cerca la temporada de rebajas, para ahorrar en tu compra.

Controla tus hábitos de bebida

Nuestra madre siempre suele tener la razón. Pareciera que no tiene relación con los hábitos financieros, pero controlar tus hábitos de bebida te puede ayudar de varias maneras:

  • Cuando bebes, puedes estar gastando más dinero en bebidas de lo que crees. Es muy fácil perder el control de los gastos en una (o varias) noches de copas.
  • Al estar intoxicado podrías estar gastando más dinero en compras en línea e incluso en otras cosas. Las compras impulsivas son mucho más probables cuando no piensas con claridad. Lo cual nos recuerda que:

No compres cuando tengas hambre

Este es el último consejo para detener las compras impulsivas. Si vas al súper cuando tienes hambre, es mucho más probable que compres de más. ¿Conoces el dicho: “Tus ojos son más grandes que tu estómago”? Pues resulta que también son más grandes que tu billetera. Y esto aplica además de forma metafórica. Es decir, puede que no sólo tengas hambre de comida, sino también hambre emocional. Si hay un sentimiento de soledad o depresión y terminas en el mall, es posible que también hagas compras de más para sentirte mejor. Es un término conocido como “terapia de compra” que, aunque no es en realidad una terapia recomendada por ningún doctor, es tan común y real que afecta a muchas personas. Si te sientes deprimido, triste o preocupado,  en vez de ir al mall, te recomendamos salir a caminar, a un parque y evitar ir de compras.

Programas de lealtad

Así como te recomendamos que tengas cuidado con las redes sociales, también ten cuidado con programas de lealtad cuyo propósito es hacerte gastar más. Estos programas pueden ser positivos si estás haciendo compras que de cualquier manera tenías programadas, pero si compras más para alcanzar un “regalo” del programa de lealtad, puede ser que hayas caído en la trampa del consumismo. Recuerda que la mayoría de estos programas tienen una meta, y la meta es gastar más. Estos programas generalmente funcionan mejor para cosas que compras regularmente.

¿Cuánto vale tu tiempo?

El tiempo de todos es muy valioso, pero ¿sabes cuánto vale tu tiempo con exactitud?

Este ejercicio a menudo puede resultar difícil de pensar, particularmente porque la mayoría de las personas aún no ganan todo el dinero que quisieran o que necesitan.

Sin embargo, te aconsejamos que lo consideres. Este ejercicio te puede ayudar a ver, de una manera muy pragmática en qué vale la pena gastar, y en qué no tanto. También te puede dar una idea más clara del por qué es importante presupuestar y ser inteligente con el dinero.

Considera cuánto ganas por hora (después de impuestos) y cuánto estás dispuesto a “trabajar” por lo que sea que quieras comprar. Por ejemplo, si ganas $ 50 por hora, y después de impuestos te quedan $45 dólares, ese sería el ingreso neto por hora.

Si tienes que hacer una compra innecesaria, piensa: Este "artículo" cuesta $ 50, ¿vale la pena comprarlo? El ingreso por hora es diferente para todos, pero las preguntas deben ser siempre las mismas, ¿tiene sentido dar X horas de trabajo por esta compra?

Si quieres pensar aún más a fondo en la utilidad de tu compra, pregúntate por cuánto tiempo usarás ese objeto o cuántas veces lo usarás. Los recuerdos y las experiencias pueden durar toda la vida, pero las cosas no tanto. Zapatos, ropa, productos electrónicos, todos tienen un uso limitado, y algunos se usan de manera esporádica. Para averiguarlo, divide el costo del objeto entre la cantidad de meses que dura la compra o las veces que crees que usarás dicho artículo. Esto te dará una idea de lo que estás pagando por cada uso.

Para finalizar

Sé honesto. Cuando tratas de mejorar los hábitos de Ser mejor para gastar, viene de ser honesto contigo mismo y de la jerarquía de tus necesidades. Tener en cuenta tus objetivos financieros y personales antes de realizar compras te ayudará a valorar lo que estás gastando. Puede ser tentador derrochar más a menudo de lo necesario, buscando esa gratificación instantánea de algo nuevo que puedas contarles a todos los amigos, pero es más necesario priorizar y ahorrar para tu nuevo hogar, o pagar préstamos estudiantiles, o unas vacaciones con la familia: cualquiera que sea ese objetivo tuyo, estarás navegando tranquilamente.

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